La Cámara Baja mostró este respaldo al rechazar ayer dos
mociones parlamentarias que solicitaban el indulto para aquellas
familias de refugiados con hijos menores de edad que viven en
Holanda desde hace más de cinco años, así como para los refugiados
que han agotado los recursos judiciales para solicitar sus papeles
de residencia.
Estas mociones, presentadas por los partidos de izquierda en la
oposición, criticaban que Holanda aplique en estos momentos una
política de deportación estricta cuando durante años permitieron la
estancia de refugiados incluso después de que reiteradamente se les
negase la residencia.
El Gobierno holandés, formado por una coalición de
centro-derecha entre liberales y democristianos quiere expulsar a
26.000 refugiados después de haber concedido el indulto a más de
2.000.
La ministra de Extranjería, la liberal Rita Verdonk (VVD)
anunció sin embargo que revisará individualmente «casos
excepcionales» antes de proceder a la repatriación.
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