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NAMIR SOBHI-BAGDAD
Once muertos y un centenar de heridos fue ayer el resultado de los dos primeros ataques suicidas contra tropas extranjeras en el centro-sur de Irak, que tuvieron como objetivo un cuartel polaco en Hilla, al sur de Bagdad.

Los atacantes se aproximaron a primera hora de la mañana en dos camiones al acuartelamiento y pese a que uno estalló antes de tiempo al ser tiroteado por los soldados apostados en la entrada, el otro se desvió de su ruta y causó una carnicería tras chocar contra un muro de hormigón e impactar en una casa.

De acuerdo con testigos presenciales, la fuerza de las explosiones fue tan poderosa que fragmentos de los cuerpos de los terroristas se localizaron a 200 metros del lugar de los ataques, que causaron destrozos en varias viviendas de los alrededores.

Según fuentes de la base militar, todas la víctimas mortales y la mayor parte de los heridos son ciudadanos iraquíes, aunque entre los hospitalizados también figuran 33 soldados de diferentes países; doce filipinos, diez polacos, diez húngaros y un estadounidense.

Fuentes de «Base España» de Diwaniya, a un centenar de kilómetros al sur de Hilla y cuartel general de la Brigada Plus Ultra -integrada en la fuerza multinacional desplegada en la región, bajo mando polaco-, los atentados no produjeron bajas españolas.

Los ataques son los últimos de una serie de atentados contra las tropas extranjeras en la zona, el anterior de ellos registrado la semana pasada en Diwaniya y que causó heridas a cinco militares españoles y a un traductor. Las nuevas explosiones son, no obstante, las primeras provocadas por atacantes suicidas y que tienen como blanco la fuerza multinacional destacada en el área, compuesta por 9.500 soldados de diferentes países, incluidos los 1.300 militares españoles y centroamericanos de la Brigada Plus Ultra.