El líder supremo iraní, Mohamed Jatamí, votando en la jornada electoral de ayer.

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EPR-TEHERÀN
Los iraníes acudieron ayer a las urnas para elegir la configuración de su nuevo Parlamento (Majlis), en unos comicios de especial relevancia cuyos primeros resultados no se conocerán hasta hoy y en los que hubo que prolongar durante varias horas el cierre de los colegios electorales debido, según la agencia oficial IRNA, a la alta participación.

La desventaja con la que partían los defensores de una mayor apertura del régimen no hizo que desistieran de lograr a última hora un resultado «sorprendente». De hecho, la participación fue tal que las autoridades ampliaron en tres ocasiones el horario de apertura de los colegios electorales.

En principio, es probable que estas elecciones supongan el regreso al poder de los conservadores, que forzaron una larga crisis al suspender a través del Consejo de los Guardianes miles de candidaturas reformistas, pero, a pesar de la aparente ventaja de los primeros, la gran participación registrada puede convertirse en un aluvión de votos a favor de los reformistas.

IRNA aseguró que el proceso de votación se desarrolló «de manera entusiasta» en muchos colegios electorales y que durante la jornada no se produjeron incidentes notables que vayan más allá de la falta de papeletas en algunos lugares, en los que hubo que pedir más.

En total, 46 millones de iraníes estaban convocados a unas elecciones legislativas en las que, en contra de los augurios de los analistas, el rechazo masivo de candidaturas reformistas no provocó una alta abstención. El propio líder reformista y presidente del país, Mohamed Jatamí, se mostró confiado durante la jornada en que se produzca finalmente un resultado «sorprendente», aunque consideró que sea cual sea será aceptable.