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AGENCIAS-LA HAYA
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya inició ayer las audiencias para determinar la legalidad del muro de separación que Israel construye en Cisjordania. Mientras el jefe de la delegación palestina, Nasser al Qidwa, argumentó en su alegato que el muro «no responde a motivos de seguridad, sino que pretende ratificar la ocupación y la anexión 'de facto' de amplias zonas del territorio palestino», Israel advirtió, en un memorándum presentado por escrito, que cualquier dictamen de la CIJ sobre la legalidad del muro de demarcación minaría la 'Hoja de ruta'.

Al Qidwa sostuvo ante la Corte que la construcción del muro «hará que la solución al conflicto israelo-palestino mediante la creación de dos Estados sea prácticamente imposible». Mientras, el Gobierno israelí, que decidió no intervenir directamente en las vistas, se ha limitado a presentar una memoria escrita en la que rechaza la competencia de la CIJ para tratar este tema y en la que defiende su derecho a la defensa.

Las audiencias se abren un día después del atentado suicida en un autobús de Jerusalén cometido por un kamikaze palestino que dejó ocho muertos, además del propio autor. Los responsables israelíes subrayaron que este atentado refuerza sus argumentos a favor de la línea de separación, que permitirá impedir, según ellos, la infiltración de kamikazes en territorio hebreo.

«Las declaraciones palestinas en esta Corte confirman las preocupaciones de varios países sobre la naturaleza parcial de la cuestión examinada. Esta cuestión intenta juzgar las medidas adoptadas por Israel contra el terrorismo y no por los propios terroristas», precisó el Gobierno israelí en un comunicado sobre los alegatos palestinos.