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EP/AFP-MOSCÚ
El presidente ruso, Vladimir Putin, destituyó ayer por sorpresa, a sólo tres semanas para las elecciones presidenciales, al conjunto de su Gobierno, con el fin de «mostrar» claramente el curso que pretende dar a la política del país durante su segundo mandato. Putin ha nombrado al viceprimer ministro Viktor Jristenko para el cargo de primer ministro interino, en sustitución de Mijail Kasianov. La oposición ha interpretado este gesto de Putin como una «acción publicitaria» para obtener votos en las próximas elecciones presidenciales, en las que el jefe del Estado parte como claro favorito.

«Esta destitución no está relacionada con la valoración del trabajo del Gobierno, que considero globalmente satisfactoria, sino con la voluntad de mostrar mi posición sobre la dirección que debe tomar el país tras el 14 de marzo», añadió. En esta fecha está prevista la celebración de elecciones presidenciales, en las que Putin tiene casi asegurada la victoria, con un índice de popularidad según las encuestas que ronda el 80 por ciento.

«Conforme al artículo 117 de la Constitución rusa, he tomado la decisión de destituir al Gobierno», declaró Putin durante un discurso retransmitido por la televisión, en referencia a los poderes que le confiere el citado artículo.

«Considero que los ciudadanos de Rusia tienen derecho a conocer la composición del Gobierno» que ejercerá el cargo si resulta reelegido presidente, añadió Putin en su mensaje, en relación con el futuro gabinete. «Del Gobierno depende el avance de todas las reformas más importantes, administrativas, sociales y económicas del país. En consecuencia, sin esperar al final de la campaña electoral, debo anunciaros la composición de este órgano», explicó el presidente. La formación inmediata del Gobierno «nos permitirá evitar la incertidumbre (...) y preservar el ritmo de las reformas», destacó.