La mesa que perteneció al rey Faisal I de Irak se quedó vacía con 25 plumas para estampar las firmas.

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Los más prominentes representantes chiíes en el Consejo de Gobierno (CG) retrasaron ayer de nuevo la firma de un texto constitucional con una serie de objeciones planteadas a última hora y que han sido juzgadas como inaceptables por los suníes. Siete horas después de la hora prevista para la firma de la constitución, a la que habían sido invitados representantes diplomáticos y numerosos periodistas, la mesa que fue del rey Faisal I de Irak permanecía vacía, con 25 plumas flamantes listas para estampar la firma de otros tantos miembros del CG.

Otras fuentes añadieron que la estructura federal del estado y el peso del Islam en la constitución, que ya estuvieron en el centro de la polémica, han vuelto a ser replanteados por los chiíes. Por último, también parece que el encaje de las milicias partidistas está siendo también discutido por los miembros del Consejo.

Fuentes diplomáticas árabes señalaron que la principal controversia se centra en la definición de la presidencia colegiada, pues los chiíes exigen que tenga cinco miembros, de los que tres serían de este credo. Sin embargo, el acuerdo alcanzado el lunes por consenso -y que también se logró con un retraso de 48 horasrecogía una presidencia colegiada de solo tres miembros.

Un representante diplomático occidental añadió que los chiíes exigen ahora ajustes en la redacción del texto para garantizar que ninguna minoría podrá bloquear una decisión del futuro gobierno.

Bremer les ha recordado que a partir del 30 de junio -fecha prevista del traspaso de podertendrán que aprender a solucionar solos sus problemas. Numerosos militares de la Coalición estaban presentes en el salón de actos y esperaban pacientes el final de la incertidumbre, pero muchos se habían vestido de civil para la ocasión, probablemente para no dar demasiado «color militar» en las imágenes de la ceremonia.