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EFE-FRANCE PRESS
El precio del crudo Brent, de referencia en Europa, alcanzó ayer su valor más alto desde antes de la primera guerra del Golfo, en 1990, y el barril se pagó a 36,90 dólares, 97 centavos más que el martes, cuando ya se llegó a un valor récord en trece años. El aumento, registrado también en Estados Unidos, se debe al temor a la inestabilidad en el suministro de petróleo, sobre todo tras los atentados contra la industria petrolera en Oriente Medio.

«La infraestructura petrolera de Arabia Saudita tiene tres arterias principales de exportación y parece que están tomando precauciones para defenderse de un ataque. No obstante, los riesgos han aumentado claramente», dijo un analista petrolero de Deutsche Bank. El presidente de la OPEP, Purnomo Yusgiantoro, intentó el martes aliviar los temores del mercado, pero se abstuvo de decir si el cartel decidiría elevar los niveles de producción durante una reunión en Beirut en 3 de junio.

Un grupo de radicales islámicos atacaron el sábado pasado una empresa petrolera internacional en Yambo (Arabia Saudí) y causaron la muerte de cinco extranjeros, entre ellos dos británicos, y un policía local. El atentado reflejó un cambio en la estrategia terrorista en ese país, uno de los principales abastecedores del mercado mundial.

Los analistas temen que la subida de los precios del petróleo, exacerbada además por el rápido crecimiento económico de China y la India, tenga efectos nocivos en la economía mundial. Además, la posibilidad de que los precios sigan altos han atraído a los fondos de inversiones al sector petrolero.

Mientras, representantes del sector energético español coincidieron en que la subida del precio del petróleo tendrá efectos negativos en el crecimiento económico mundial. El presidente de Gas Natural, Antonio Brufau, dijo que si el precio del crudo se mantiene en los niveles actuales o sube aún más el crecimiento económico «no será tan positivo».