Las autoridades iraníes retrasaron ayer la liberación de los
ocho militares británicos detenidos el lunes en aguas
jurisdiccionales de este país en el golfo Pérsico, después de haber
informado de que se había decidido su entrega a diplomáticos de su
país. La televisión estatal iraní informó de ese retraso y anunció
ayer por la tarde que una nueva ronda de negociaciones sobre el
asunto se celebrará hoy en Teherán entre una delegación del
consulado británico y el Gobierno de Irán.
Este anuncio se hizo pocas horas después de que el ministro
iraní de Exteriores, Kamal Jarazi, señalara que la decisión de
liberar a los ocho militares fue tomada después de que las
investigaciones realizadas sobre el caso demostraran que entraron
por error en las aguas iraníes. «Los interrogatorios a los que
fueron sometidos han dejado claro que no tenían malas intenciones»,
dijo Jarazi en una conferencia de prensa que ofreció en Teherán
después de una reunión con el ministro libanés de Exteriores, Jean
Obeid.
Indicó, asimismo, que los militares británicos «se disculparon
por haber entrado de forma ilegal en nuestras aguas», donde fueron
detenidos el lunes a bordo de tres patrulleras- que también fueron
capturadas- en aguas de Shatt al Arab, situado entre Irak e Irán.
Jarazi no dijo cuándo los ocho militares abandonarán el territorio
de Irán, mientras que un portavoz del ministerio de Asuntos
Exteriores de Irán se limitó a decir que «serán entregados a un
representante inglés». Según el Ministerio británico de Defensa,
los ocho militares participaban en una misión de entrenamiento de
la nueva policía marítima iraquí.
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