Con 150 votos a favor, seis en contra y diez abstenciones, la
Asamblea General de Naciones Unidas aprobó anoche una resolución
por la que se pide a Israel que aplique el dictamen de la Corte de
Justicia Internacional de La Haya (CIJ) en el que se exige el
desmantelamiento del muro se seguridad y el pago de indemnizaciones
a los palestinos afectados. La resolución fue pospuesta por
Jordania y no tiene carácter vinculante, una prerrogativa reservada
a las del Consejo de Seguridad.
La versión final del texto fue objeto de arduas negociaciones y
se hicieron necesarias varias enmiendas para que obtuviera el apoyo
unánime de los miembros de la UE. EEUU mantuvo su tradicional
oposición a las resoluciones de condena a Israel. Junto a ambos
países votaron en contra Australia, Palau, las Islas Marshall y
Micronesia.
Como era de esperar, Israel ya se ha adelantado a asegurar que
su país está dispuesto a proseguir la construcción del muro de
seguridad. «La resolución adoptada por la ONU pretende privarnos
del escudo que constituye esta valla de seguridad sin ofrecernos
una protección alternativa contra el terrorismo» palestino, declaró
Dore Gold, un consejero diplomático del primer ministro Ariel
Sharón.
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