Además, Mohamed VI rindió homenaje a las fuerzas de seguridad que
están desplegadas en el Sáhara occidental y «velan» por la
«integridad territorial del país». En un momento en que el Gobierno
español ha decidido redoblar sus esfuerzos para buscar una solución
a este problema el monarca volvió a colocar este tema en un
discurso dirigido a la nación. El último año en el reinado de
Mohamed VI ha estado marcado, además de por la constante acción
diplomática en este tema, por las reformas legales para la lucha
contra el terrorismo -tras los atentados de Casablanca de mayo de
2003 que mataron a 45 personas-, lo que ha despertado temores de
algunos observadores por la situación de Derechos Humanos, las
reformas judiciales y la reforma del Código de la Familia, que
prevé mejoras sustanciales en la situación de la mujer.
«La primera de las prioridades para Marruecos será llegar a una
solución política definitiva y mutuamente aceptable al conflicto
artificial creado alrededor de nuestro Sáhara», proclamó el
monarca, que se declaró dispuesto a trabajar con la ONU, los países
vecinos y otros socios para llegar a un escenario en el que las
«provincias del sur» tengan «amplias prerrogativas para gestionar
democráticamente sus asuntos regionales en el marco del respeto de
la soberanía del Reino, de su unidad nacional y de su integridad
territorial».
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