Decenas de miles de activistas de la derecha nacionalista israelí
se manifiestan ayer en la céntrica Plaza Sión de Jerusalén a fin de
expresar su rechazo al plan de retirada de la franja de Gaza
propuesto por Ariel Sharón, cuya aplicación está prevista para
2005. Se trata de la segunda manifestación desde que los
nacionalistas efectuaron en julio una cadena humana de más de cien
kilómetros entre Gaza y Jerusalén.
En la protesta de ayer, y tras la fase de discursos, los
manifestantes tenían previsto cubrir el trayecto desde la céntrica
plaza Sión hasta la residencia del primer ministro, a unos tres
kilómetros. La marcha, a la luz de la antorchas que portaban los
activistas, fue convocada bajo el lema de «La desconexión desgarra
al pueblo».
«Desconexión de los palestinos» es el término que usa el
Gobierno israelí para referirse a su plan unilateral de evacuación
de Gaza y de varios asentamientos aislados en el norte de
Cisjordania, a fin de evitar más polémicas expresiones como
«retirada» o «evacuación», inaceptables en el léxico político
nacionalista israelí. El Consejo de Judea y Samaria (Cisjordania) y
Gaza, órgano que representa a la colonización judía en los
territorios ocupados en 1967, no permitió a ningún político que
hablara esta noche al público, y sólo lo hicieron ciudadanos de la
calle que han expresado su preocupación e indignación por los pasos
del primer ministro.
«No somos los corderitos de tu granja», decía una de las
pancartas que exhortaba a Sharón a dejar el poder, mientras que en
otra se veía la foto de Sharón con la leyenda: «Dictador». También
tenían previsto hablar varios oficiales del Ejército y pilotos en
la reserva para advertir de los peligros que la retirada israelí
representa para la seguridad del Estado.
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