Margaret Hassan aparece en el vídeo sentada en un sofá con las manos atadas a la espalda.

TW
0

El secuestro de una trabajadora humanitaria con doble nacionalidad británica e iraquí ha causado una enorme conmoción, en especial en el Reino Unido, aún no recuperado del choque que supuso la reciente decapitación de Ken Bigley. Margaret Hassan, que dirige en Bagdad la organización humanitaria «Care International», fue presentada ayer por la tarde en un vídeo emitido por la cadena de televisión «Al Yazira».

Un portavoz de Care en Londres destacó que Hassan se considera una ciudadana iraquí porque «Irak es su casa, ahí ha vivido durante años y nunca se plantearía regresar al Reino Unido». El primer ministro británico, Tony Blair, aseguró que su Gobierno hará «todo lo que pueda» para lograr la liberación de Hassan, aunque precisó que existen «límites» a su actuación pues de momento se ignora incluso quién la tiene retenida.

La grabación no precisaba las condiciones exigidas por los captores para la liberación de la secuestrada, de origen británico aunque iraquí por matrimonio y que lleva 30 años trabajando en Irak.

Margaret Hassan apareció en el vídeo sentada en un sofá, presuntamente con las manos atadas en la espalda y delante de una mesa con varios de sus documentos de identidad, sin que aparezcan tras ella los captores armados y enmascarados ni emblemas del grupo secuestrador, como ocurre habitualmente en este tipo de cintas.

Según dijeron fuentes de Care, Margaret Hassan fue secuestrada en Bagdad a las 07:30 de la mañana (hora local), y en el momento de su captura los secuestradores profirieron amenazas verbales pero no ejercieron violencia física sobre ella. Care es una Organización No Gubernamental (ONG) de carácter internacional, y en Irak se dedica a proporcionar ayuda médica y de emergencia en las regiones del centro y el sur del país.

Un portavoz del Foreign Office señaló que el Gobierno británico está tratando de esclarecer lo ocurrido en este caso, que ha traído a la memoria de los británicos el de Ken Bigley, el ingeniero de 62 años decapitado el pasado 7 de octubre tras pasar tres semanas secuestrado por el grupo «Monoteísmo y Guerra Santa».