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EFE-PRISTINA
La conflictiva región de Kosovo vivió ayer la jornada de reflexión previa a los comicios parlamentarios de hoy, considerados clave para el futuro de la provincia serbia de mayoría independentista albanesa que se encuentra bajo administración internacional desde 1999.

También los líderes de las otras dos facciones en la coalición de Gobierno, el Partido Democrático de Kosovo (PDK) y la Alianza para el Futuro de Kosovo (AAK), terminaron sus respectivas campañas con sendos llamamientos a la independencia.

El Parlamento y Ejecutivo que salgan electos por los cerca de 1,4 millones de kosovares con derecho a voto estarán en el poder cuando la ONU inicie -probablemente a lo largo de 2005- las discusiones sobre si concede o no la independencia a Kosovo, tan ansiada por los albaneses y tan rechazada por los serbios.

Cerca del 90 por ciento de los 2,2 millones habitantes de la provincia son de origen albanés, mientras que el resto son serbios y de otras etnias aún más minoritarias como turcos, gitanos y bosnios. La abrumadora mayoría de los albano-kosovares anhela la independencia de Kosovo, algo que se vio reflejado en los últimos mítines electores.

En presidente de Kosovo, Ibrahim Rugova, líder de la gubernamental Unión Democrática de Kosovo (LDK), aseguró que votar a su formación es hacerlo «a favor de la independencia de Kosovo y para un futuro mejor». «Insto a la comunidad internacional a reconocer la independencia de Kosovo», añadió Rugova, quien han dominado la política de la región durante los últimos 15 años.