Manifestación en Bagdad para pedir la liberación inmediata de la rehén británica.

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Melissa Fleming, portavoz del OIEA en Viena, indicó ayer que, según el Ministerio iraquí de Economía, unas 350 toneladas de material explosivo, tipo HMX y RDX, fueron sustraídas de una antigua base militar en Irak. Fleming reconoció que su organización recibió el 10 de octubre pasado el informe de las autoridades iraquíes sobre la desaparición del armamento y que se desconoce cómo o quién sustrajo el material explosivo.

El robo de los explosivos en Irak ha agitado la campaña electoral en EE UU y las críticas contra su presidente, George W. Bush, tachado ayer de «increíblemente incompetente» por su rival demócrata, John Kerry.

Medios de comunicación estadounidenses señalaron, por su parte, que los explosivos desaparecieron de la base militar de Al Kakaa, al sur de Bagdad, poco después de que EE UU invadiera el país árabe, en marzo del pasado año.

«Esta es una de las grandes meteduras de pata de la política de Bush en Irak. La increíble incompetencia de este presidente y su gobierno ha puesto en peligro a nuestras tropas», subrayó Kerry en un comunicado.

Bush estaba al tanto desde hace diez días de la desaparición de los explosivos, indicó su portavoz, Scott McClellan.

Mientras, en Irak se anunció ayer la suspensión definitiva de las negociaciones para el cese de los enfrentamientos en Faluya. Además, las fuerzas extranjeras perdieron a tres soldados en ataques separados en diferentes partes de Irak.

El portavoz de los notables que controlan la ciudad de Faluya, jeque Jaled al-Yumaili, anunciaba que el Gobierno interino ha suspendido las negociaciones con las que se pretendía poner fin a meses de combates entre el Ejército estadounidense y los insurgentes. Yumeili afirmó que el Ministerio iraquí de Defensa le comunicó que «no tendrán lugar» las conversaciones previstas para hoy.