TW
0

EFE-ESTRASBURGO
El equipo de comisarios elegido por el portugués José Manuel Durao Barroso tiene muy difícil obtener hoy el apoyo del Parlamento, al unirse ayer los liberales al grupo de fuerzas políticas opuestas a la futura Comisión. Hasta ayer por la tarde eran los socialistas (220 diputados), verdes (42), Izquierda Unitaria (41), euro-escépticos (unos 20) y otras pequeñas formaciones (otros 20) los que habían anunciado un «no» rotundo a la Comisión Barroso.

«Les he dicho lo que pensaba y cuál es mi opinión», dijo Barroso a la prensa tras abandonar la reunión. Sin embargo, fuentes que asistieron a la misma indicaron que el ex primer ministro portugués había declarado «no tener relación con el gobierno italiano» y no tener poder para sustituir al polémico Rocco Buttiglione, propuesto para la cartera de Justicia, Libertad y Seguridad, al no tener la suficiente «autoridad» hasta que acceda al cargo.

Sin embargo, a última hora se han unido a la lista los 78 diputados de la Alianza de Liberales y Demócratas Europeos (ALDE), que se mantenían en la duda y tienen la llave para que la futura Comisión comience a trabajar el próximo 1 de noviembre. Por 50 votos a favor, 23 en contra y 5 abstenciones, los liberales y demócratas decidieron oponerse al Ejecutivo comunitario propuesto por Durao Barroso, aunque no se exigirá disciplina de voto y todo podría cambiar a última hora.

La votación fue decidida por el presidente de ALDE, el británico Graham Watson, a la vista de las diferentes tendencias que coexisten en el grupo. Tras reunirse durante unos 30 minutos con Barroso en la sede de la Eurocámara en Estrasburgo (Francia), se procedió a la votación, cuyo resultado podría generar una crisis en la Unión Europea, según el Grupo Popular Europeo.