Al tiempo, Kuchma elogió la disposición de Yanukóvich de aceptar un
nuevo recuento de los votos en las regiones orientales de Donetsk y
Lugansk, su patria chica y feudo electoral, donde la oposición y
observadores denunciaron el «pucherazo» en las urnas.
«Si queremos mantener la paz y la concordia y formar la sociedad
de derecho -de la que tanto hablamos, aunque al hacerlo escogemos
otras vías, no jurídicas-, celebremos nuevas elecciones», dijo
Kuchma a la prensa tras una reunión con dirigentes regionales.
Acusado por algunas voces de haber tramado personalmente ese
conflicto postelectoral para terciar en él como el «salvador» de la
paz civil en el país, Kuchma aseguró que no se presentaría como
candidato, tras completar sus diez años en el poder.
El jefe de Estado afirmó que para hallar una salida a la crisis
que ha dividido al país tras la polémica segunda vuelta electoral
del pasado día 21, «hay que trabajar no sólo en el ámbito del
derecho, sino también en el campo político-jurídico».
«La situación requiere decisiones políticas no ordinarias», dijo
sobre el conflicto provocado por las denuncias de fraude masivo en
los comicios, en los que la Comisión Electoral Central dio la
victoria al primer ministro, Víctor Yanukóvich, sobre el líder
opositor liberal, Víctor Yúschenko.
El jefe de Estado subrayó que «el país necesita en estos
momentos a un presidente legítimo, por lo que es necesario hallar
una urgente solución política que pueda ser formalizada
posteriormente, por ejemplo, mediante un acuerdo
constitucional».
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