El clima de violencia se generaliza en el país a apenas dos meses de las elecciones.

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FRANCE PRESS-BAGDAD
Al menos 60 personas han perdido la vida durante las últimas 36 horas en Irak. Dos nuevos atentados con unos 20 muertos ayer por la mañana al norte de Bagdad y los incidentes del sábado, en los que fallecieron casi 40 individuos, muestran el clima de violencia generalizado en este país a apenas dos meses de las elecciones.

Diecisiete iraquíes empleados por el Ejército estadounidense y cuatro militares murieron en varios ataques perpetrados ayer en la zona rebelde suní situada al norte de Bagdad, elevando a más de 60 los fallecidos durante el fin de semana. Estos episodios de violencia causaron además 35 heridos, todos ellos iraquíes.

«Diecisiete iraquíes que trabajaban para una empresa contratada por el Ejército estadounidense murieron y otros 13 resultaron heridos el domingo por la mañana en una emboscada al noroeste de Tikrit», a 180 kilómetros al norte de Bagdad, indicó un portavoz del Ejército norteamericano, Robert Powell.

Los iraquíes atacados trabajaban para una empresa estadounidense encargada de destruir municiones del Ejército de Sadam Husein, cuyo feudo era Tikrit, en unos almacenes situados a cuatro kilómetros al norte de la ciudad. Solían ir cada mañana a la misma hora a trabajar a Al Hamra.

Una hora después, un atentado perpetrado con un coche bomba cerca de Baiji, a 200 kilómetros al norte de Bagdad, costó la vida a tres guardias nacionales iraquíes e hirió a otros 18, según el capitán Bill Cooppernoll.

«Los soldados estadounidenses evacuaron a los heridos a una base cercana», añadió el capitán, según el cual estallaron tiroteos entre guardias nacionales y rebeldes después del ataque. Según el teniente de la Guardia Nacional Abu Bakr Salim Najra, el comandante de dicha fuerza para la región, el capitán Mohamed Jasem es uno de los muertos en el ataque cometido a tres kilómetros al oeste de Baiji, no muy lejos de una base norteamericana.