Las agencias difundieron la fotografía de un 'madelman' como si fuera la de un marine secuestrado.

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AGENCIAS-BAGDAD/LOS ÀNGELES
La insurgencia intentó ayer asesinar al viceministro de Industria, Sami Al Arayi, en una día en que la violencia recuperó su nivel habitual después de cuarenta y ocho horas de relativa calma tras las elecciones del domingo. Ayer murieron al menos once personas en varios ataques de la insurgencia.

El Comité de Ulemas recuerda que «no todos los grupos participaron (en las elecciones), por lo que las próximas instituciones no tendrán suficiente legitimidad para redactar una nueva Constitución». La incorporación de los suníes -comunidad en la que se integran los insurrectos-, a la elaboración de esa Carta Magna es el primer desafío político al que se enfrentarán los nuevos dirigentes, sobre los que planeará el fantasma de un partición territorial del país si no logran implicar en el proceso a ese grupo minoritario, pero que tradicionalmente ha gobernado en Bagdad.

El Gobierno interino iraquí, por su parte, anunció la reapertura de las fronteras terrestres del país y un alivio del toque de queda vigente en varias ciudades, incluida Bagdad y Mosul. Según explicó en la radio estatal el coronel de la Policía Ahmed al Jafayi, portavoz del Ministerio del Interior, el toque de queda volverá a ser como antes de las elecciones, es decir, durará de once de la noche a cuatro de la madrugada.

El Comité de Ulemas de Irak confirmaba entretanto su rechazo al nuevo proceso político y en su primera declaración postelectoral cuestionaba la legitimidad de la cita a las urnas. En el comunicado, la máxima instancia religiosa entre los suníes afirma que el Parlamento y el Gobierno que se formen tras los comicios «no tendrán suficiente legitimidad».

«Respetamos las opciones elegidas por los votantes pero las instituciones que se deriven de ellas no serán realmente legales porque no representarán a todos los iraquíes», se precisa en la declaración, en alusión al mayoritario boicot electoral de los suníes.

Por otra parte, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha desclasificado un informe que concluye que Irak abandonó su programa de armas nucleares en 1991, afirmaron funcionarios de los servicios de inteligencia citados ayer por el diario 'Los Angeles Times'. Las mismas fuentes subrayaron que este informe forma parte de una serie de actualizaciones que la agencia está realizando para corregir sus documentos con respecto al presunto programa de armas nucleares iraquí.

El documento, con fecha de 18 de enero, concluye que «Irak probablemente no persiguió» la producción de «armas químicas después de 1991». Y reconoce que estas conclusiones «varían significativamente» de afirmaciones anteriores de la CIA «debido en gran parte a los acontecimientos posteriores y el acceso directo a funcionarios, científicos, instalaciones y documentos iraquíes».