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EFE-MADRID/MANILA
La policía filipina ha llevado a cabo en la tarde de ayer la detonación de manera controlada de dos artefactos explosivos de media potencia colocados frente a la Embajada de España en Manila, por lo que no ha habido que lamentar daños personales ni materiales, informó el Ministerio de Asuntos Exteriores.

La colocación de los explosivos en la Embajada española es un escalón más de la radicalización que se vive en Filipinas, donde las organizaciones radicales, tanto religiosas (islamistas) como políticas, aumentan la tensión en el país que amenaza con una grave crisis socio-política.

La Embajada de España en Filipinas se mantiene en contacto permanente con las autoridades locales, las cuales trabajan con diversas hipótesis sobre la autoría de la colocación de los explosivos, sin que hasta el momento dicha autoría haya sido reivindicada.

En una nota de prensa el Ministerio de Asuntos Exteriores informa de que la Embajada está tomando todas las medidas necesarias, en coordinación con las autoridades filipinas, para el refuerzo de las medidas de seguridad de los intereses españoles en el país.

Basta recordar que ayer al menos cuatro miembros del grupo radical Abu Sayyaf, vinculado a Al Qaeda, resultaron muertos durante un tiroteo con soldados filipinos en la sureña isla de Joló, informaron fuentes militares.

El violento combate se produjo el Viernes Santo en los alrededores del poblado de Patikul, cuando una patrulla militar se topó con unos 20 extremistas, que presuntamente planeaban realizar ataques.