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El líder kurdo Yalal Talabani se comprometió ayer a trabajar por la reconciliación nacional, la reconstrucción y el combate del terrorismo en Irak, tras prestar juramento ante el Parlamento como nuevo presidente iraquí.

El nombramiento de Yafari, según precisó Talabani, se ha llevado a cabo según la Ley de Administración del Estado, promulgada hace ahora dos años por el entonces gobernador «de facto», el estadounidense Paul Bremer. De hecho, la designación de primer ministro es la principal prerrogativa del consejo presidencial, ya que los poderes ejecutivos están en manos de primer ministro y la presidencia tiene básicamente un papel simbólico y de representación.

Asimismo, propuso otorgar una amnistía a los insurgentes iraquíes «para darles una oportunidad de reinsertarse en el nuevo Irak. «Hay que encontrar una solución política y pacífica con los iraquíes que han sido llevados por mal camino del terrorismo», afirmó.

Asimismo, el nuevo presidente iraquí nombró ayer primer ministro al chií Ibrahim al Yafari, a quien encargó que forme gobierno en el plazo de dos semanas. El Consejo Presidencial -formado por un presidente y dos vice presidentes- juró ayer sus cargos y tomó como primera resolución el nombramiento de Yafari, que sustituirá al gobierno de Iyad Alaui, que no estuvo presente en la ceremonia.

Yafari se convierte así en el primer jefe de gobierno electo democráticamente en la historia del Irak independiente. El gobierno que forme Yafari será una vez más de transición, pues está previsto que en diciembre, después de la aprobación en octubre de una nueva constitución definitiva, se celebren nuevas elecciones. El presidente iraquí Talabani afirmó que entre los ministros «figurarán cristianos e independientes», en alusión a la posibilidad de nombrar algunos ministros de la comunidad suní.

El nombramiento de Al Yafari para el cargo de primer ministro había sido acordado, a cambio del apoyo chií a la elección de Talabani como presidente, durante las negociaciones que los kurdos y los chiíes mantuvieron tras los comicios de enero. Se desconoce, no obstante, si las dos partes han solucionado ya las divergencias que impedían el logro de un acuerdo definitivo, especialmente en lo que se refiere al futuro de la milicia kurda.