Multitudinaria manifestación, ayer en Bagdad, en la plaza que presidía la estatua de Sadam Husein.

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Miles de personas salieron ayer a las calles de Bagdad en una manifestación convocada para conmemorar el segundo aniversario de la caída de Sadam Husein y en la que una de las peticiones más escuchadas fue «el fin de la ocupación».

«No a Sadam, No a América, Sí a un gobierno legítimo», fue otra de las consignas más repetidas por los manifestantes. «La retirada de Siria de El Líbano debe ser el paso previo a la de Estados Unidos de Irak», se podía leer en una de las pancartas en la manifestación.

La marcha, organizada por grupos suníes y el clérigo radical chií Muqtada Al Sadr, concluyó en la Plaza Firdous, donde el derribo de una estatua del ex líder iraquí simbolizó hace dos años el derrocamiento del antiguo régimen. En esa misma plaza, un grupo de manifestantes quemó ayer por la mañana efigies del presidente estadounidense, George W. Bush, el primer ministro británico, Tony Blair, y Sadam Husein. «No a la ocupación» y «No hay más Dios que Alá y América es el enemigo de Dios» corearon los manifestantes, muchos de los cuales enarbolaban banderas verdes del Islam y la enseña nacional de Irak, roja, negra y blanca.

Los participantes también exigieron que se acelere el juicio contra Sadam Husein, al grito de «Muerte a Sadam», y pidieron que se mida con el mismo rasero al ex presidente iraquí y a «los ocupantes norteamericanos».

«Queremos que el nuevo Gobierno libere a los detenidos, combata el desempleo y restaure la seguridad», declaró Abdel Hadi Darayi, uno de los principales asesores de Muqtada Al Sadr en Bagdad, mientras participaba en la protesta. Algunos de los manifestantes, también partidarios de Muqtada Al Sadr, procedían de localidades del sur del país, como Basora, Amara y Nasiriya, y habían llegado ayer mismo por la mañana a Bagdad para participar en la marcha.