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Las voces de numerosos fieles que durante el funeral de Karol Wojtyla el viernes en San Pedro clamaron por una inmediata canonización del difunto Pontífice obligaron ayer a pronunciarse al portavoz vaticano, Joaquín Navarro Valls, sobre esta cuestión. «La eventual beatificación de Juan Pablo II es un tema de exclusiva competencia del próximo Papa», explicó el portavoz.

Esta cuestión ha saltado a la palestra debido en parte al papel jugado ayer por los principales periódicos de la prensa italiana, secundados por buena parte de los diarios del mundo católico. Los periódicos transalpinos destacaba en sus ediciones los cánticos y gritos con los que la multitud de fieles católicos presente en el funeral del Papa Juan Pablo II pidió la canonización de Karol Wojtyla. «Santo ya», es el «grito que suena como una orden» con el que se pidió la elevación a santidad del Papa, según indicó el diario «La Repubblica», que señaló que «toda la plaza invocó la santificación de Juan Pablo II», lo que «es una invitación que no da lugar a objeciones».

«En estos días ha habido muchas preguntas en relación con ese tema, y la respuesta es la que he dado. Cualquier otra evaluación está fuera de lugar. Repito, la competencia es, sólo y exclusivamente, del nuevo Pontífice», indicó Navarro Valls.

Según el proceso que se sigue habitualmente, el paso precedente a la canonización es la beatificación, que sólo puede empezar transcurridos cinco años desde la muerte de la persona a la que se desea elevar a la gloria de los altares. Sin embargo, el proceso de beatificación puede anticiparse y empezar antes de ese lustro si el Papa entrante así lo decide de manera extraordinaria, lo que permitiría instruir la causa.

Para la beatificación es preciso que se demuestre al menos un milagro debido a la intercesión de la persona a la que se quiere convertir en beato y el mismo proceso ha de tener lugar para el paso a la condición de santo.