Toni Blair, mostrando el libro en el que se recogen las bases del programa electoral con el que piensa gobernar si gana las elecciones.

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EUROPA PRESS-LONDRES
El primer ministro británico, Tony Blair, afirmó ayer que el próximo 5 de mayo será la última vez que se presente a unas elecciones generales, tras ocho años al frente del Gobierno, y aseguró que si las gana su propósito es cumplir todo el mandato. Asimismo, durante la presentación de su programa electoral «Reino Unido, hacia adelante y no hacia atrás», prometió que los laboristas no van a aumentar los impuestos ni a los sueldos básicos ni a los más altos y que su partido fomentará una sociedad en la que haya oportunidades para todos y en la que se premie el esfuerzo y el trabajo.

Blair indicó que si gana las elecciones, el salario mínimo por hora pasaría a ser de 5,35 libras (alrededor de 8 euros) en el año 2006. Otra de las bases de su programa es que haya presencia policial en todos los barrios y que sean las víctimas, y no los criminales quienes tengan más derechos.

«Nuestros ideales continúan siendo los mismos: extender las oportunidades para todos, demandar responsibilidades de todos, asegurarnos justicia para todos», declaró Blair durante la presentacion del programa en Londres, donde estuvo acompañado por sus ministros.

El primer ministro prometió que seguirá incrementando las inversiones en las escuelas y en el sistema sanitario, que según él llevan años de retraso debido a la escasos fondos aportados durante los periodos de gobierno conservador. En referencia al sistema de salud pública, el ministro de Sanidad, John Reid, prometió cien nuevos hospitales de aquí al año 2010.

Blair, que definió su programa electoral como «radical y ambicioso», prometió que continuarán las inversiones en transporte y que de aquí al año 2015 se destinarán 180.000 millones de libras (unos 288.000 millones de euros) a mejorar este sistema. Otro de los objetivos laboristas es reducir el crimen en un 15 por ciento de aquí a 2008. Respecto a las políticas de inmigración y asilo, el primer ministro prometió mayores controles y que multará a aquellas personas que empleen inmigrantes ilegales.