Un grupo radical iraquí reivindicó ayer en un vídeo la autoría del secuestro del australiano Douglas Wood.

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EFE/FRANCE PRESS-BAGDAD
El número de víctimas mortales registradas ayer en el atentado perpetrado en la localidad de Soueira, al sureste de Bagdad, asciende ya a 58 y el de heridos a 45, anunciaron fuentes oficiales. Un primer recuento cifraba en diecisiete las personas muertas y en cuarenta las heridas, ingresadas en diferentes centros médicos.

Según afirmó a la televisión local Latif Hamid, gobernador de Kut, el ataque ocurrió cuando el vehículo, conducido por un suicida, estalló en un mercado de verduras en esa localidad. Muchos de los heridos que llegaron en estado muy grave al hospital han muerto, lo que ha elevado el número de víctimas hasta la 58.

Poco antes de ese atentado, la policía encontraba catorce cadáveres al norte de Bagdad y al menos siete policías morían por el estallido de otro coche bomba, en este caso en Tikrit, también en la región septentrional y cuna de Sadam Husein. Los nuevos ataques acercan a 300 el numero de personas que han muerto en atentados desde que hace ocho días el Gobierno electo iraquí jurara su cargo, en una oleada de violencia sin precedentes desde las elecciones del 30 de enero.

Mientras, los cuerpos de 14 personas fueron encontrados maniatados y enterrados en un basurero en Bagdad. Algunas de las víctimas tenían los ojos vendados y habían recibido uno o más tiros en la cabeza, según este soldado, que se encontraba en el lugar del hallazgo. La Policía encontró a las víctimas, que se cree que son iraquíes, enterradas en tumbas improvisadas a las afueras del norte de Bagdad. La Policía fue alertada por varios pobres que habían encontrado algunos de los cuerpos mientras buscaban metales y otros objetos para vender en la basura, precisó, añadiendo que la Policía sigue buscando en el lugar y no se descarta que aparezcan más cuerpos.