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EFE-BELFAST/LONDRES
El líder del Partido Unionista del Ulster, el moderado David Trimble, presentó ayer su dimisión al frente de esa formación por los malos resultados logrados en las elecciones del jueves en el Reino Unido.

Mientras, en Londres, el primer ministro británico, Tony Blair, comienza su tercera legislatura con un nuevo Gobierno en medio de las críticas a su estilo presidencialista y llamamientos a que modere algunas de sus propuestas más radicales y fije una fecha para pasar el testigo a un sucesor, en resumen: que dimita. La prensa británica no es ajena a esta petición.

Un día después de perder su propio escaño de diputado en el Parlamento británico, Trimble, ex ministro principal del gobierno autónomo del Ulster y premio Nobel de la Paz, indicó en un comunicado que no desea continuar guiando a la formación, que consiguió un solo escaño en estos comicios.

«Estoy encantado de haber tenido el privilegio de liderar al que considero como el mejor y más democrático grupo político del Ulster», dijo Trimble, cuyo partido celebra este año su centenario.

Según el dirigente unionista, el presidente honorario del UUP se encargará de organizar una reunión especial de su consejo ejecutivo, órgano responsable de la elección de su futuro líder.

En el comunicado, Trimble, diputado en Londres desde 1990, agradeció a los miembros del partido su «apoyo y ayuda durante los últimos diez años».

Tras recibir de la Reina Isabel II el mandato de formar nuevo gabinete, el líder laborista anunció a última hora del viernes los nombramientos ministeriales, que incluyen la ratificación en sus cargos de los titulares de Economía, Gordon Brown, Exteriores, Jack Straw, e Interior, Charles Clarke.