Foto de archivo del general retirado Manuel Contreras.

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CLAUDIA DE RIQUELME-SANTIAGO
El ex director de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) Manuel Contreras reveló ayer detalles sobre el destino de más de 500 detenidos desaparecidos, que entregó a la Corte Suprema, al Consejo de Defensa del Estado y al Ministerio de Justicia, y culpó al ex dictador Augusto Pinochet de violaciones a los Derechos Humanos.

La impactante misiva, entregada por quien fuera el hombre más temido del círculo de hierro de Pinochet, da cuenta detalladamente de los organismos armados o las organizaciones represivas que detuvieron a las personas, sus lugares de detención, los castigos a los que fueron sometidos y el destino final de sus cuerpos.

Después de 30 años negando sistemáticamente ante la Justicia y la opinión pública chilena y extranjera las violaciones a los Derechos Humanos cometidas durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), el general retirado Manuel Contreras, ex jefe de la DINA, órgano represivo del régimen de facto, entregó ayer a la justicia una carta que contiene una lista de más de 500 chilenos y chilenas que permanecen en calidad de detenidos desaparecidos durante el período del régimen dictatorial.

El general Contreras, que ya cumplió siete años de cárcel por el asesinato en Washington del ex ministro de Asuntos Exteriores de Salvador Allende Orlando Letelier (1976) se encuentra hoy encarcelado y condenado a 12 años de cárcel por la muerte de otro opositor al régimen de facto.

Contreras, quien desayunaba a diario con Pinochet y ejecutaba directamente las órdenes del dictador, estuvo a cargo de la DINA en lo que los historiadores han calificado como el período más negro del régimen militar, en el que murieron cerca de 7.000 personas, de las cuales poco más de 3.500 permanecen aún en calidad de detenidos desaparecidos.

El general Contreras, procesado en cientos de casos de violaciones a los Derechos Humanos, está vinculado a la 'Operación Cóndor', la 'Caravana de la Muerte', el asesinato del general Carlos Prats y su esposa (Buenos Aires, 1974) y en la detención y desaparición de la cúpula del Partido Comunista Chileno (1975), sólo por nombrar las operaciones de exterminio más conocidas por su brutalidad y violencia.