La secretaria de Estado de EEUU Condoleezza Rice dijo desde Bagdad
que el proceso político en Irak debe incorporar a los musulmanes
suníes, incluso en la elaboración de una nueva Constitución. Rice
es el miembro de mayor rango del Gobierno de Estados Unidos que
visita Irak desde el establecimiento del nuevo Ejecutivo iraquí, el
pasado 28 de abril.
En una entrevista concedida a la CNN, Rice reconoció que gran
parte de los suníes de iraquíes no participaron en los comicios del
pasado 30 de enero «por varias razones» y recalcó que «para que
haya un Irak unido en el futuro, los suníes tienen que estar
incluidos en los procesos».
La jefa de la diplomacia de Estados Unidos no quiso dar la
impresión de que sus comentarios eran una crítica a los actuales
dirigentes iraquíes y subrayó que el gobierno actual, dirigido por
el chií Ibrahim al Yafari, es un ejecutivo abierto con suníes en
«posiciones importantes».
Por su parte, el consejero de Seguridad Nacional de EEUU,
Stephen Hadley, dijo que un objetivo importante del viaje de Rice,
que la llevó primero a la zona kurda del norte del país y luego a
Bagdad, es promover la incorporación de los suníes al proceso
político.
«La apertura a los suníes es una pieza importante de lo que
estamos haciendo», afirmó Hadley. «Ese es el camino adelante a
largo plazo para poner fin a las acciones terroristas», añadió. La
visita de Rice a Irak tiene lugar cuando ha aumentado la violencia
en el país. Desde el pasado 28 de abril, cuando se formó el nuevo
Gobierno, los insurgentes han matado a como mínimo 430 personas en
Irak.
Para Hadley, el incremento de la violencia supone «un gran
esfuerzo para desbaratar al nuevo gobierno» y una reacción de los
«terroristas» a los avances políticos en el país. Es una opinión
con la que concuerda Hoshyar Zebari, el ministro de Asuntos
Exteriores de Irak.
En declaraciones a la CNN, Zebari señaló que el aumento de los
ataques «era de esperar» y que los rebeldes se han aprovechado «del
vacío de poder producido por el retraso en la formación del
Gobierno».
Estados Unidos respondió a la violencia con la Operación
«Matador», llevada a cabo en las cercanías de la frontera con Siria
durante una semana y que terminó el sábado. En esta acción murieron
más de 125 rebeldes, según el mando de sus fuerzas en Bagdad, la
cual supuso la mayor ofensiva estadounidense en los últimos
meses.
Un objetivo importante de las tropas de los Estados Unidos en
Irak es capturar o matar a Abu Musab Al Zarqawi, el líder de Al
Qaeda en ese país, quien según informa el diario británico «The
Times» ha sido herido. El diario señala que un médico de Ramadi
mantiene que Al Zarqawi fue llevado a un hospital de esa ciudad con
heridas «graves» y que desapareció después de recibir
tratamiento.
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