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JUAN CARLOS ZAMBRANA-EFE
Los manifestantes de El Alto suspendieron ayer, sólo por unas horas, los bloqueos que mantienen desde hace un mes, a la espera de reunirse con el nuevo Gobierno, y permitieron el abastecimiento de combustible y alimentos en esa ciudad y en La Paz.

En consecuencia, la provisión de combustible tanto en El Alto como en La Paz, sede del gobierno de Bolivia, se restableció desde ayer en la planta de Senkata, que había estado sitiada día y noche por grupos de vecinos en huelga.

A esta decisión de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de El Alto se sumaron los campesinos que mantenían cerradas las principales carreteras del país, que levantaron sus bloqueos tras el cambio de gobierno en el país, según informes policiales.

Los líderes alteños acordaron abrir las vías tras aceptar una invitación del nuevo presidente boliviano, Eduardo Rodríguez, para discutir en una reunión las demandas de la Fejuve, informaron fuentes de ambas partes.

En una carta enviada a los líderes sindicales, Rodríguez, que el jueves sustituyó al dimisionario presidente Carlos Mesa, había invocado a «una tregua en las medidas de presión», en favor de los ciudadanos tanto de El Alto como de la vecina ciudad de La Paz, que están «viendo con desesperanza la imposibilidad de realizar sus actividades con normalidad».

Con protección policial, los camiones con bombonas de gas licuado de petróleo salieron rumbo a los barrios de ambas ciudades, ante la expectativa de la población que empezó a realizar largas filas en las calles para adquirir el carburante.