Uno de los heridos en el hospital de Mosul es trasladado en una camilla del mismo centro sanitario.

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AFP/EFE-WASHINGTON/BAGDAD
El secretario de Defensa estadounidense Donald Rumsfeld admitió ayer que existen contactos con los insurgentes en Irak a instancias de Washington, aunque minimizó su importancia. «Nosotros facilitamos cada tanto» este tipo de encuentros, indicó Rumsfeld a la cadena Fox en relación a informaciones publicadas por el cotidiano británico 'Sunday Times', señalando que se habían realizado dos reuniones en junio entre jefes de algunos movimientos rebeldes y representantes estadounidenses.

El jefe del Pentágono rehusó precisar cuándo y con quién se realizaron las reuniones, cuyo objetivo es lograr la paz. Asimismo, aseguró que Washington «no negocia con los terroristas». «Los iraquíes tienen un gobierno soberano. Ellos decidirán qué relaciones tendrán con ciertos elementos de la insurrección. Nosotros les propiciaremos cada tanto», agregó Rumsfeld.

El secretario de Defensa admitió que la violencia en Irak puede aumentar este año y señaló que serán los iraquíes y no los estadounidenses quienes deberán derrotar a la resistencia. «A medida que nos aproximamos al final de la redacción del borrador de la Constitución, al referéndum y después las elecciones (de diciembre) la violencia podría aumentar», señaló Rumsfeld en la cadena de televisión ABC.

Mientras, una oleada de violencia en el norte de Irak, tanto procedente de ataques de grupos rebeldes como de operaciones contra la insurgencia, ha dejado cerca de medio centenar de muertos en las cercanías de Mosul (400 kilómetros al norte de Bagdad). La ciudad de Mosul y la de Tel el Afar, a unos 80 kilómetros al oeste (y a otros tantos de la frontera con Siria) fueron el escenario de la mayoría de atentados.