La nigeriana Marie Fatayi-William pide noticias de su hijo, británico de nacimiento, desaparecido el 7-J.

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PEDRO ALONSO-LONDRES
Los atentados perpetrados la semana pasada en Londres parecen ser obra de «extremistas islámicos», afirmó ayer el primer ministro británico, Tony Blair, al prometer una «intensa» persecución policial para atrapar a los culpables y plantear la necesidad de acelerar la aprobación de nuevas leyes para combatir el terrorismo. En una declaración ante una abarrotada Cámara de los Comunes, Blair señaló que «parece probable» que terroristas radicales islámicos hayan cometido los atentados, si bien no aportó detalles sobre los posibles autores.

«No descansaremos -insistióhasta que no sólo los autores materiales, sino también los planificadores del atentado hayan sido identificados y, en la medida de lo humanamente posible, llevados ante la justicia». La Policía británica, que ya ha indicado que la masacre tiene «las trazas de (la red terrorista) Al Qaeda», celebró el pasado fin de semana una reunión con miembros de las fuerzas de seguridad de unos treinta países, entre ellos España, para dar caza a los terroristas.

El jefe del Gobierno británico únicamente precisó que esos terroristas se asemejan a «quienes en los últimos años han sido responsables de tantas muertes inocentes en Madrid, Bali (Indonesia), Arabia Saudí, Rusia y en otros muchos países». En un ambiente sombrío, marcado por el silencio respetuoso de los diputados, el jefe del Gobierno británico reiteró que su país no claudicará ante el terrorismo.

«No seremos derrotados por el terrorismo. Venceremos y emergerán intactos de este horror nuestros valores, nuestra forma de vida, nuestra tolerancia y nuestro respeto hacia los demás», subrayó el primer ministro. Blair explicó que la policía antiterrorista británica ha abierto una investigación, que describió como «una de las más intensas y vigorosas que este país ha visto jamás», a fin de capturar a los responsable de la matanza.

Sobre la posibilidad de haber evitado la masacre mediante la intervención de los servicios de espionaje, Blair dijo desconocer la existencia de «información suficientemente específica que hubiera permitido prevenir los atentados del pasado jueves» y rechazó abrir una investigación parlamentaria.

Por otro lado, el primer ministro habló de la identificación de las víctimas y admitió su deseo de que ese proceso «pudiera ser más rápido», después de que familiares de desaparecidos se quejaran por la lentitud del reconocimiento de los cuerpos.