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Al menos veinte personas murieron abrasadas ayer en el incendio de una galería comercial en la ciudad rusa de Ujtá al hacer explosión un cóctel Molotov, que las autoridades atribuyen a en un principio a un ajuste de cuentas, aunque no descartan que fuera un atentado o la explosión de una bombona de gas.

«Como resultado, 17 personas murieron quemadas y sus cuerpos fueron hallados por los bomberos cuando apagaban el fuego», dijo el representante de la Policía, quien subrayó que los expertos no han encontrado restos de explosivos.

El fiscal adjunto de la república, Nikolái Ryzhov, indicó que, «el incendio fue provocado por dos adolescentes, a quienes se intenta identificar». Fuentes de la Policía dijeron a Itar-Tass que los desconocidos arrojaron contra la multitud de la galería comercial un enorme cóctel Molotov, todo un bidón con gasolina con un trapo incendiado como mecha, que originó un voraz incendio.

Pasadas varias horas, el ministerio de Situaciones de Emergencia elevó a 20 a las víctimas mortales en Ujtá, entre ellas un bebé de dos años, además de otros 17 heridos, cinco de los cuales, incluidos dos niños, fueron hospitalizados «en estado de extrema gravedad».

Varios testigos explicaron al diario digital Gezeta.ru que la galería comercial estaba repleta y se convirtió en una trampa mortal, pues una de sus dos puertas estaba cerrada y todas las ventanas tenían rejas.

«La gente quedó frenada por el fuego de la puerta principal, mientras la de reserva permaneció cerrada, y nadie pudo escapar por las ventanas, protegidas con sólidas rejas. La mayoría, sencillamente, murieron asfixiados», contó un testigo. Otro dijo a la agencia Kominform que vio cómo dos adolescentes arrojaron el cóctel Molotov y el fuego se propagó rápidamente por los locales, revestidos con plásticos.