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ISABEL RAMALLO-PEKÍN/MADRID
El pacto textil, logrado tras dos semanas de negociaciones y una maratoniana sesión entre el comisario europeo Peter Mandelson y el ministro chino Bo Xilai, «sienta las bases para el crecimiento sostenido y rápido» del comercio textil entre China y la UE, dijo Bo. «Nos repartiremos la carga del acuerdo al 50 por ciento», declaró Mandelson, al expresar su esperanza de que los estados miembros de la UE acepten este acuerdo en los próximos días, permitiendo el desbloqueo de los bienes de forma rápida y definitiva.

«Nadie tiene la culpa de esta situación. Ni los fabricantes chinos ni los importadores o distribuidores europeos», reconoció Bo, quien desde el primer momento se ofreció a buscar una solución para todos aquellos empresarios que habían actuado «de buena fe». La UE aumentará «de facto» la cuota para el año 2005 en un 50% de los bienes acumulados, mientras China acepta restar el otro 50% de las cuotas del 2006 o en base a un mecanismo de «intercambio de cuotas» (usando parte de los permisos en una categoría de menos demanda para importar en otra).

La fórmula pactada con China prevé la entrada a la UE de todos los bienes textiles chinos exportados entre el 11 de junio (día del primer pacto textil en Shanghai) y el 12 de julio, cuando entró en vigor. «El problema es que los exportadores chinos e importadores europeos aprovecharon ese mes para enviar millones de prendas textiles, superando las cuotas que iban a entrar en vigor y causando esa situación de bloqueo» por haberse acabado las licencias, declaró un funcionario de la Comisión Europea.

«Eso no quiere decir que el año próximo la cuota vaya a crecer entre un 8 y 12,5 por ciento sobre el volumen total de 2005, sino que el incremento se calculará sobre la cifra acordada en Shanghai», explicó el funcionario. El acuerdo se aplicará sólo a las siete categorías textiles que ya superaron las cuotas de junio, entre las que se encuentran los vestidos de mujer, jerséis, pantalones, camisas, camisetas, sujetadores y el hilo de lino.

La repercusión de parte de las cuotas al año 2006 implicará, de hecho, que el año próximo se puedan importar muchos menos bienes textiles chinos que este año, agregó. El pacto, que los analistas ven como una gran concesión de China, entrará en vigor en cuanto sea aprobado por los estados miembros de la UE, un paso imprescindible para enmendar el acuerdo de junio, que autorizó un crecimiento anual de entre el 8 y el 12,5 por ciento en diez categorías textiles hasta el 2007.