Sadam Husein compareció ayer ante el tribunal que le juzga con un ejemplar del Corán bajo el brazo.

TW
0

El Tribunal especial iraquí que juzga al ex presidente Sadam Husein aplazó ayer la vista hasta el próximo 5 de diciembre para permitir a los abogados que replanteen la defensa del dictador, quien mostró una vez más su rostro más desafiante. Sadam volvió a ser el único protagonista del proceso, pese a que este lunes apareció el primero de los testigos y en la bancada de sus letrados destacaban personajes de renombre como el ex ministro de Justicia norteamericano, Ramsey Clark.

Después escuchó con atención el testimonio del primer testigo de este juicio: Wahad Ismail al Sheij, un ex oficial de alto rango de su depuesto régimen. Sus palabras llegaron a través de una cinta de vídeo que al parecer grabó poco antes de morir hace tres semanas en un hospital de Irak. Al Sheij, ex director de los cuerpos de Investigación de los servicios Secretos de Sadam, acusó al hermanastro del dictador, Barzan Ibrahim, de ser la figura clave en la represión de la aldea de Dujail en 1982, tras el fallido intento de asesinato del ex presidente. Sin embargo, dijo no haber sido testigo de torturas ni haber visto a nadie morir a causa de los malos tratos.

Tras desear «paz a los hombres de paz», sus primeras palabras fueron para pedir «calma» a los muyahidin (combatientes islámicos) y exigir al juez, el kurdo Rizgar Mohamed Amin, que ordenara a los norteamericanos más cortesía «porque ellos son ocupantes y tú un iraquí».

«¿Cómo es posible que un acusado pueda defenderse cuando es esposado y su bolígrafo y sus papeles son confiscados?», se quejó Sadam al juez.

El togado anunció entonces que el proceso quedaba aplazado hasta el próximo 5 de diciembre para dar tiempo a la defensa a decidir si cambia sus integrantes o mantiene el mismo equipo, ya que muchos no se presentaron ayer por cuestiones de seguridad. Uno de los letrados que sí estuvo este lunes en la amurallada «zona verde», atacada con morteros antes de que arrancara la sesión, volvió a denunciar la falta de garantías y reclamó del tribunal mayor protección.