Olmert presidió ayer la reunión del Consejo de Ministros, en la que se dejó vacía la silla de Sharón.

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«Si no se producen alteraciones, mañana en horas de la mañana después de una reunión del equipo de especialistas comenzará el proceso para bajarle la intensidad de la anestesia, a fin de examinar la funciones neurológicas del primer ministro», afirmó en el último parte médico el director del hospital, Shlomo Mor Yosef. Desde que fuera ingresado el pasado miércoles por la noche, el primer ministro permanece en situación de coma inducido, provocado por los fuertes sedantes que se le suministran como parte del tratamiento, tras haber sufrido sucesivos derrames cerebrales.

Afirmó que si no se producen cambios significativos hasta hoy por la mañana, los anestesistas irán reduciéndole el suministro de sedantes, a fin de comprobar cómo responde el paciente a los estímulos y conocer en qué medida ha quedado dañado su cerebro. Los últimos derrames se produjeron en el hemisferio izquierdo del cerebro, lugar donde se controla la capacidad motriz y del lenguaje, advierten especialistas en neurocirugía.

Desde su hospitalización y después de haber sido sometido a tres operaciones a fin de reducirle la presión intracraneal y drenar las hemorragias y derrames sufridos en el cerebro, las especulaciones acerca de si Sharón recuperará sus capacidades físicas y mentales no han dejado de circular. «Esto es lo que de hecho todos esperamos conocer desde el miércoles pasado: Cómo está funcionando el cerebro del jefe del Gobierno ... Espero poder comunicarles a primeras horas de la tarde (de hoy) el resultado», agregó Mos Yosef.

El equipo de médicos del hospital Hadasa considera que se siguen produciendo mejoras en el estado de salud de Sharón, según se desprende de los resultados de la última tomografía realizada ayer por la mañana. El director del centro médico subrayó, no obstante, que la situación de Sharón es todavía grave, aunque se encuentre estabilizado.