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Al menos doce personas, cuatro tripulantes y ocho pasajeros, murieron en el norte de Irak al estrellarse un helicóptero militar norteamericano, en una trágica semana para el Ejército de EEUU. El mando militar estadounidense confirmó, en un comunicado, la muerte de doce personas sin precisar si todos eran militares, ni tampoco especificar si se trató de un accidente o de una acción de combate.

El helicóptero que se estrelló con sus doce ocupantes, un UH-60 Blackhawk, cayó cerca de la ciudad de Tal Afar, a unos 300 kilómetros al norte de la capital y ubicada en el llamado «Triángulo suní», bastión de la insurgencia en Irak. Al parecer, el aparato se precipitó a tierra poco antes de la medianoche del sábado al domingo en una zona populosa ubicada a unos 12 kilómetros al este de Tal Afar.

De confirmarse que se trata de militares sería uno de los fines de semanas más sangriento para el Ejército norteamericano en Irak, que ayer anunció la muerte de cinco marines en diferentes operaciones de combate de la resistencia en las últimas 24 horas. El pasado jueves, otros once soldados de EEUU perdieron la vida en ataques y enfrentamientos con grupos insurgentes en distintas áreas del país árabe.

Según el comunicado, el Blackhawk se desplazaba entre dos bases militares cuando se perdió el contacto con el aparato, que fue hallado este mediodía en la zona citada.

Con estas nuevas muertes asciende a casi 2.200 el número de los militares norteamericanos caídos en combate en Irak desde que en marzo de 2003 comenzará la invasión y posterior ocupación de este país.

Por otra parte, el secuestro del ingeniero francés Bernard Planche tuvo ayer un final feliz con su liberación, 24 horas después de que otro extranjero, en esta caso una periodista de EEUU, fuera capturada en Bagdad. Al parecer, el ciudadano galo se benefició de un golpe de suerte y de un error de sus captores la tarde del sábado cuando iba a ser traslado a otro lugar.