Foto del 24 de octubre que muestra a parlamentarios iraníes inspeccionando una planta nuclear en Isfahan.

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JORDI KUHS-VIENA
El régimen ultraconservador de Irán señala que la congelación desde hace más de dos años de su programa de enriquecimiento de uranio era una medida voluntaria y que su reinicio es legal. Sin embargo, el cumplimiento del llamado «Acuerdo de París» de 2004, según el cual Irán suspendió el enriquecimiento de uranio a cambio de negociaciones sobre incentivos comerciales y nucleares, era la condición de la Unión Europea (UE) para no denunciar a Irán ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

Diplomáticos occidentales indicaron ayer en Viena que tras las acciones y anuncios de Irán de ayer, la convocatoria de una reunión urgente de la Junta de Gobernadores es más probable de que nunca.

Ahora que el pacto ha sido violado, los europeos, liderados por Alemania, Francia y el Reino Unido (UE-3), junto con Estados Unidos, podrían impulsar una pronta denuncia de Irán ante el órgano máximo de la ONU, indicaron diplomáticos en Viena.

La Junta de Gobernadores del OIEA constató en una resolución adoptada en septiembre de 2005 que Irán incumplió en el pasado sus obligaciones de salvaguarda (controles) nucleares, lo que requiere según el estatuto del organismo informar al Consejo de Seguridad.

Sin embargo, la Junta aplazó una posible denuncia para darle más tiempo a las iniciativas diplomáticas realizadas por la UE-3 y por Rusia, que propone producir uranio enriquecido en su territorio en el marco de una sociedad compartida con Irán.

Según informó ayer el OIEA, Irán ha anunciado que va a introducir uranio en forma de gas (UF6) en una cascada de centrifugadoras para producir uranio enriquecido con «fines científicos». Enriquecer uranio es una actividad legal bajo el Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP) siempre y cuando sea para fines pacíficos, algo que el OIEA no ha podido comprobar de forma definitiva en el caso de Irán.