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AGENCIAS-CARACAS/WASHINGTON
Hugo Chávez celebró ayer su séptimo año como presidente de Venezuela con el anuncio de expulsión de un militar «espía» de la embajada de EEUU en Caracas, hacia la cual llamó a marchar en un mes para protestar por «la invasión de Irak». En el acto de aniversario, en un teatro y transmitido en cadena obligatoria de radio y televisión, también exhortó a dar «mayor poder popular» y anunció próximos aumentos salariales.

Además de anunciar la inmediata expulsión del agregado naval de la embajada de EEUU, John Correa, advirtió de que el próximo paso será «retirar a toda la misión militar» diplomática estadounidense si continúa con labores de espionaje, de lo cual dijo tener pruebas pero no las dio a conocer.

Asimismo, anunció que viajará a Cuba a buscar un premio de la UNESCO y que regresará el sábado para participar ese día en Caracas en una «tremenda marcha» conmemorativa de la asonada golpista que lideró hace 14 años como teniente coronel del Ejército. «Nada de lo que hemos cosechado hasta ahora hubiese ocurrido sin ese precedente», remarcó sobre el intento de golpe de Estado del 4 de febrero de 1992 contra el entonces mandatario, Carlos Andrés Pérez, aunque negó que fuera tal y la calificó de «protesta digna» contra el FMI por un «paquete económico» que poco antes desató una revuelta popular conocida como «Caracazo».

La respuesta de la Casa Blanca no se hizo esperar. El secretario estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld, comparó a Hugo Chávez con Adolf Hitler, al afirmar que ambos han llegado al poder legalmente, al tiempo que subrayó sus lazos con el cubano Fidel Castro y el boliviano Evo Morales. «Uno tiene a Chávez en Venezuela con un montón de dinero del petróleo. Es una persona que ha sido elegida legalmente como Adolf Hitler ha sido elegido legalmente. Luego consolidó el poder», afirmó Rumsfeld en Washington.