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El presupuesto que propuso ayer el presidente de EE UU, George W. Bush, al Congreso alcanza los 2,77 billones de dólares y aumenta el gasto en seguridad, pero lo reduce en programas sociales para tratar de controlar un déficit galopante.

El presupuesto que plantea Bush para el año fiscal que empieza el 1 de octubre pone el énfasis muy directamente en el gasto militar y de seguridad. Si el Congreso aprueba las cuentas de Bush, el Pentágono contará el año próximo con 439.300 millones de dólares, el 16% de todo el presupuesto federal. Esta cifra representa la mayor cantidad otorgada hasta ahora al Departamento de Defensa y representa un aumento del 7% con respecto al presupuesto anterior.

Con esta propuesta, Bush intenta recuperar la iniciativa en un año de elecciones en el Congreso y tras los reveses sufridos en 2005 en torno a Irak, el «Katrina» y el fracaso en su plan de reformar el sistema de pensiones.

De esa cifra, 50.000 millones de dólares se destinarán a la guerra en Irak y Afganistán, dijo el director de la Oficina de Administración Presupuestaria de la Casa Blanca, Joshua Bolten.

Pero, además, la Casa Blanca tiene previsto solicitar fondos adicionales para hacer frente a los gastos de la guerra.

La semana pasada dio a conocer que pedirá al Congreso 70.000 millones de dólares más en un presupuesto adicional de urgencia para Irak y Afganistán.

Eso puede agravar aún más el gran problema que encara el presupuesto, el amplio déficit fiscal, que en 2006 será de 423.000 millones de dólares, más de 100.000 millones más que en 2005 y que representa un 3,2% del PIB.