Policías y equipos de emergencias atienden a los heridos. Foto: WIND MAARIV

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EFE-JERUSALEM
Al menos nueve personas resultaron muertas y más de cuarenta heridas, dos de ellas de extrema gravedad, a causa de la explosión en un restaurante de comida rápida de Tel Aviv de una bomba que portaba un terrorista suicida palestino, al parecer militante del grupo extremista Yihad Islámica.

Horas después del atentado, Yihad Islámica difundió una grabación en vídeo en la que Sami Salim Mohamed, un adolescente de la zona de Jenín, en el norte de Cisjordania, anunciaba su intención de llevar a cabo un atentado suicida en Israel en nombre de esa organización.

En la franja de Gaza, el dirigente de Yihad Islámica Jalid al Batsh alabó el atentado suicida al afirmar ante un grupo de periodistas que «felicitamos a nuestro pueblo por esta valiente operación».

Según Al Batsh, el ataque «fue una respuesta al asesinato del dirigente de (el brazo armado de Yihad Islámica) Siraya al Kuds Jalid ad Dahduh y del dirigente del brazo armado de los Comités de Resistencia Popular Abdel Guga», en dos explosiones en los meses de febrero y marzo.

Por su parte, Sami Abu Zuhri, portavoz de Hamás, formación islamista que dirige el Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) tras su victoria en los comicios del pasado 25 de enero, afirmó que el atentado suicida «es parte del derecho legítimo de los palestinos a defenderse».

Fuentes de la oficina del presidente de la ANP, Mahmud Abás, expresaron, en cambio, en nombre del dirigente palestino su condena del atentado suicida.

Por su parte, el designado primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha asegurado que Israel «sabrá cómo y cuándo responder».

Se trata del tercer ataque palestino en el territorio reconocido de Israel en lo que va de año, el segundo que ha causado muertos y el primero desde que el gobierno de Hamás entró en funciones en la ANP.

El lugar escogido para el atentado, un puesto de comida rápida que lleva el nombre de «El Alcalde» («Rosh Hair»), fue ya blanco de otro ataque similar, obra de Yihad Islámica, el pasado 19 de enero, seis días antes de las elecciones legislativas palestinas.

La Oficina del Portavoz del Ejército israelí reveló que los servicios secretos no tenían información específica de que se fuera a producir un atentado en ninguna ciudad de Israel.

Por otra parte, el Parlamento israelí (Kneset) inauguró ayer la decimoséptima legislatura durante la cual el principal partido, Kadima, quiere sacar adelante un plan unilateral de fijación de fronteras, partiendo de la base de que, a su juicio, no hay posibilidad de negociar con el gobierno palestino de Hamás que no está dispuesto a condenar el terrorismo y los ataques suicidas a la población civil israelí.