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EFE-BAGDAD

El tribunal especial que juzga al depuesto presidente iraquí, Sadam Husein, y a siete de sus antiguos colaboradores se reanudó con la presencia de todos los acusados, pero volvió a aplazarse hasta mañana después de sólo 90 minutos.

La sesión de ayer estuvo centrada en un debate entre la defensa y la fiscalía sobre la autenticidad de la firma de Sadam en las sentencias de muerte.

La defensa de Sadam, presidida por el abogado iraquí Jalil Duleimi, pidió la intervención de cinco expertos internacionales para verificar la autenticidad de la firma, mientras que el fiscal Yafar Musavi insistía en que es innecesario este trámite.

El hermanastro de Sadam, Barzán Ibrahim -que era jefe de Inteligencia en el momento de los hechos y como tal firmó algunos de los documentos-, reconoció que ha rechazado dejar una muestra de su firma para cotejarla con las de los documentos con el argumento de que no tiene «suficiente confianza» en el tribunal y en cómo se lleva a cabo el juicio.