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EFE-LA PAZ
El Gobierno de Bolivia advirtió ayer que no negociará nuevos contratos con las empresas petroleras que recurran a arbitrajes internacionales contra el decreto de nacionalización de los hidrocarburos firmado el pasado 1 de mayo.

«El primer requisito para quedarse en el país es reconocer la nacionalización», dijo Soliz entre los aplausos de los legisladores de una cámara donde el partido de Morales, el Movimiento Al Socialismo (MAS), es mayoría.

«Advierto a las empresas petroleras: no se puede seguir juicios de arbitraje a Bolivia y al mismo tiempo negociar nuevos contratos. La empresa que va a un arbitraje, se va no más al arbitraje, pero no discute nuevos contratos», remarcó ayer el ministro de Hidrocarburos, Andrés Soliz Rada.

El ministro hizo esta advertencia ante el pleno de la Cámara de Diputados, donde ofreció un informe sobre los alcances de la medida dictada por el presidente Evo Morales.

No obstante, el ministro subrayó que confiaba en que las compañías no apelarán a tribunales internacionales porque aseguró que los contratos se están trabajando con «un gran blindaje jurídico».

Señaló además que las empresas petroleras se sentirán «obligadas e impelidas» a negociar nuevos contratos en 180 días, porque el decreto establece que si no acceden a ello deben abandonar el país.

«De manera que hemos pasado de la mera abstracción a una cosa muy concreta», apuntó Soliz Rada, en alusión a la diferencia entre el decreto nacionalizador y la Ley de Hidrocarburos aprobada en mayo del 2005 que fijaba el mismo plazo, pero que fue incumplido por las firmas y por el anterior ejecutivo de La Paz.