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EUROPA PRESS-BRUSELAS
La Unión Europea aceptó el resultado del referéndum que abre el camino hacia la independencia de Montenegro y adelantó su disposición a negociar con el futuro nuevo Estado un acuerdo de Estabilización y Asociación, primer paso hacia su ingreso en el club comunitario, distinto del que hasta ahora mantenía con Serbia y paralizado porque las autoridades de Belgrado no han entregado todavía al Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) al general Ratko Mladic, acusado de crímenes de guerra.

El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior y Seguridad Común, Javier Solana, se felicitó del grado de madurez mostrado por los electores montenegrinos y animó a todas las partes, partidarios y detractores de la separación, así como a las autoridades serbias a aceptar el veredicto de las urnas.

También alertó a quienes ven en el proceso montenegrino un ejemplo para experimentos secesionistas de que «raya el delirium tremens» hacer ese tipo de comparaciones. Dejó claro, por tanto, que no hay «ningún parecido» entre el caso de Montegro y la república Serbia en «ningún país» que ahora forma parte de la Unión Europea, «incluido España».

«Cualquier revisión sobre esta materia raya en el delirium tremens», enfatizó Solana ante la prensa. También descartó que haya un referéndum similar en el País Vasco o Cataluña. «Tengo mis dudas que haya alguna vez un referéndum en los dos sitios que ha mencionado», respondió al ser preguntado sobre el hecho de que delegaciones del Gobierno vasco y catalán hayan enviado observadores a seguir el proceso montenegrino.

Abundando en la misma idea, y para salir al paso de que de Montenegro pueda suponer un precedente, el alto representante recordó que la posibilidad de celebrar un referéndum en este caso existe desde el año 2002 y está recogido en los acuerdos del Consejo de Europa tras la desintegración de Yugoslavia, para dar a todas las repúblicas, incluida Montenegro, la posibilidad de separarse de sus vecinos. «La ruptura de Yugoslavia es algo muy distinto de otras rupturas, que no se pueden comparar», insistió.