La ANP suspendió pagos en marzo tras anunciar EEUU y la UE que interrumpían las ayudas económicas al Gobierno palestino del nuevo primer ministro, Ismail Haniye, del movimiento islamista Hamás, reacio a reconocer al Estado de Israel y poner fin a la violencia. Desde entonces, una ola de violencia y manifestaciones sacude Cisjordania y Gaza debido a la falta de recursos económicos en gran parte de la población.
Por el momento, sólo el Banco de Palestina ha efectuado los pagos, mientras que las otras entidades esperan aún a que el Gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) les transfiera antes el dinero.
El número de funcionarios palestinos que ganan menos de esa cantidad es de unos 40.000, quienes recibirán únicamente uno de los dos salarios atrasados que les corresponden desde que la ANP declaró la suspensión de pagos por falta de liquidez hace tres meses.
El anuncio ayer de que el Banco de Palestina comenzó a ingresar dinero en las cuentas de los funcionarios generó largas colas en los cajeros automáticos. Por el momento se desconoce cuántos de los 40.000 funcionarios que ganan menos de 350 dólares han cobrado, ya que las otras entidades no han efectuado las transferencias a las cuentas privadas.
Estos bancos afirman que no están dispuestos a pagar sueldos públicos de sus arcas, y que el Gobierno debe antes depositar el dinero. «Los bancos comprendemos la crisis de nuestro pueblo y condenamos el bloqueo financiero, pero no hemos recibido el dinero para cubrir las nóminas», aseguró la Unión de Bancos en un comunicado.
El resto de los 160.000 funcionarios de la ANP, es decir los que ganan más de 350 dólares, seguirán sin recibir sus sueldos y sólo podrán acceder a préstamos bancarios gestionados por el Ejecutivo. Omar Abdelrazeq, ministro de Finanzas en la ANP, anunció que los préstamos estarán disponibles dentro de unos días.
Por otra parte, responsables de Al Fatá indicaron ayer que Hamás tenía hasta medianoche para aceptar el «Documento de Reconciliación Nacional», elaborado por los presos palestinos en cárceles israelíes, que llama a la creación de un Estado palestino en Cisjordania y la franja de Gaza de acuerdo con las fronteras previas a 1967 y que supone un reconocimiento de facto de Israel.
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