En el campamento de Jabalia, igualmente en el norte de Gaza, un tercer palestino murió cuando manipulaba un cohete, según una fuente de la Yihad islámica.
Pocas horas antes un civil israelí había sido gravemente herido por un cohete artesanal palestino que cayó sobre su casa. Un segundo cohete estalló en el sector industrial de la localidad de Ashkelon, en el litoral mediterráneo, situada a unos 10 km del territorio palestino.
A raíz del bombardeo israelí del pasado viernes sobre una playa de Gaza, en el que perdieron la vida ocho civiles, de los cuales cinco pertenecían a una misma familia, el movimiento radical islámico Hamas rompió la tregua unilateral que respetaba desde hace año y medio y reanudó los ataques con cohetes contra el territorio israelí, lanzando medio centenar hasta mediodía de ayer.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, anunció el sábado la celebración de un referéndum el 26 de julio, un plebiscito sobre el llamado 'plan de los presos' -propiciado por activistas palestinos que cumplen condena en cárceles israelíes-, que horas después fue considerado peligroso por el movimiento islamista Hamás, que insiste en no aceptar ningún plan palestino que incluya el reconocimiento de Israel.
«No logramos un acuerdo sobre la cuestión del referéndum y subrayamos al presidente el peligro de esta consulta para la unidad de los palestinos, máxime cuando alguno de los presos ha dicho que no quiere ser manipulado por la ANP», declaró ayer Ismail Haniye, al término de su segunda reunión en 24 horas con Abás.
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