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EFE-WASHINGTON
El presidente de EEUU, George W. Bush, admitió que la cárcel en la base de Guantánamo ha perjudicado la imagen de su país y desea cerrarla, pero para ello necesita un plan sobre qué hacer con los presos «peligrosos» allí recluidos.

Desde la apertura de la cárcel a raíz de la guerra en Afganistán en el 2001, personalidades políticas europeas, ONG y otros organismos de defensa de los derechos humanos han solicitado reiteradamente la clausura de ese centro de reclusión. Las autoridades de la base estadounidense permiten un acceso restringido a los observadores internacionales, ONG y periodistas. sólo 10 de ellos han sido acusados formalmente desde la apertura en 2002.

En una rueda de prensa en los jardines de la Casa Blanca, tras regresar de un viaje relámpago a Irak, Bush afirmó que le gustaría «cerrar Guantánamo», pero que tenían «retenidas» a algunas personas que son «realmente peligrosas» y que es necesario disponer de un plan para tratar con ellos en tribunales estadounidenses

Los juicios contra los detenidos en Guantánamo se han frenado hasta que el Tribunal Supremo de EEUU determine la legalidad de las cortes militares creadas para juzgarlos. Acerca de si la cárcel en la base naval en territorio cubano daña a la imagen de EEUU en el exterior, dijo que «no hay duda» de que «envía una señal« a algunos de los amigos de EEUU para decir que el país «no se atiene a los valores que trata de fomentar en otros países».

El pasado sábado la presión sobre este asunto se aceleró al conocerse que dos saudíes y un yemení fueron hallados muertos en sus celdas tras colgarse con sábanas y ropa.