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EFE-REDACCIÓN CENTRAL

El ex dictador Sadam Husein será juzgado a partir del próximo 21 de agosto por «genocidio», informó ayer el Tribunal Penal Iraquí, al confirmar la apertura del juicio por el asesinato y la desaparición de más de 100.000 kurdos en el norte de Irak entre 1987 y 1988.

Esa cifra ha sido estimada por la organización Human Rigths Watch (HRW), autora de la mayor investigación hasta la fecha sobre la denominada campaña «Anfal» (botín de guerra), aunque aumenta hasta los 180.000 según las víctimas de la operación liderada por el primo de Sadam, Alí Hassán Al-Majid, «Alí, el químico».

El entonces secretario general del distrito norte del partido Baas recurrió a deportaciones, desplazamientos forzosos, campos de concentración y ejecuciones masivas, además de usar armas químicas y destruir más de 4.000 pueblos del montañoso Kurdistán, que quedó arrasado en cerca de un 80 por ciento.

Muchos kurdos de entre 14 y 50 años, todos ellos considerados capaces de empuñar un arma, fueron secuestrados, torturados, desplazados y algunos de ellos ejecutados y enterrados en fosas comunes. Sus familias no recuperaron nunca sus cuerpos y cuando cayó el régimen de Sadam, eran muchos los kurdos que esperaban que sus familiares desaparecidos salieran de las cárceles del régimen, pero no estaban allí.

Entre los numerosos documentos incautados a los servicios de inteligencia iraquíes y divulgados por HRC figuran varias grabaciones en las que Al-Majid comenta los avances de la campaña y habla abiertamente de «gasear» sistemáticamente a los kurdos.