TW
0

EFE-PARÍS
El presidente del consorcio aeroespacial EADS, Noel Forgeard, y el de su filial y fabricante de aviones Airbus, Gustav Humbert, dimitieron ayer de sus cargos, en plena crisis por el retraso declarado de la firma aeronática en la construcción del avión gigante A-380, que supondrá pérdidas económicas cifradas en 2.500 millones de euros en los próximos cuatro años, y los consifuientes beneficios en su competidor estadounidense Boeing.

Los dos empresarios serán sustituidos por Christian Streiff -que procede del fabricante francés de materiales de construcción Saint-Gobain-, en el caso de Airbus, y Louis Gallos, en EADS. Las sustituciones pretenden poner fin a la crisis originada por el anuncio, el pasado 13 de junio, de que Airbus no podrá cumplir su calendario de entregas del avión A-380.

Forgeard justifica su renuncia en que su mantenimiento al frente de la compañía podría «comprometer» el arreglo de los problemas de Airbus y el desarrollo de EADS, aunque la prensa francesa publicó como verdadero motivo que Forgeard, tres de sus hijos y otros tres directivos de EADS habían vendido opciones sobre acciones de la entidad que, en el caso del presidente de la compañía, alcanzaban 2,5 millones de euros.

Por su parte, Gustav Humbert sí asume que su salida se debe al retraso en el programa del A-380: «Ha creado un problema para nuestros clientes, accionistas y empleados. Debo asumir mi responsabilidad y presentar mi dimisión», según su nota oficial.