Un niño palestino se sirve un poco de agua en uno de los puntos de distribución de Gaza.

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BEATRIZ LECUMBERRI (GAZA
El ultimátum de 24 horas lanzado por los secuestradores del soldado israelí al Estado hebreo exigiéndole la liberación de decenas de presos expiró ayer, pero todo indica que el joven cabo sigue con vida y la esperanza de reanudar las negociaciones no ha desaparecido completamente. En las últimas horas, Israel ha mostrado que no está dispuesta a plegarse a las exigencias de los grupos armados palestinos que reivindican este secuestro y sigue adelante con su ofensiva en la franja de Gaza, destinada a liberar al militar.

«No negociaremos con los terroristas. Actuaremos con la fuerza necesaria y no cederemos al chantaje«, declaró tajante el primer ministro, Ehud Olmert. Según el jefe de gobierno, el cabo Gilad Shalit, de 19 años, «está en manos de terroristas brutales y crueles que quieren derrumbar los pilares del Estado de Israel pero que sólo consiguen perjudicar a la población palestina«.

Ayer, los grupos armados que secuestraron a este soldado el 25 de junio aseguraron que no desean matarlo, pese a que el ultimátum lanzado a Israel terminó sin ningún resultado. «Algunos piensan que lo mataremos, pero nuestros principios islámicos estipulan que hay que respetar a los prisioneros y no quitarles la vida«, declaró Abu Muthanna, un portavoz del Ejército del Islam, uno de los grupos que reivindicaron el secuestro.

En la misma línea, el primer ministro palestino, Ismail Haniyeh, líder del movimiento islámico Hamás, que domina el Gobierno, exhortó a los tres grupos armados que capturaron al cabo a que lo mantengan con vida y pidió que continúen las negociaciones para poner fin a esta crisis de forma pacífica. «El Ejecutivo palestino renueva su llamamiento para que la vida del soldado sea preservada y sigue desplegando esfuerzos para encontrar una salida satisfactoria al asunto«, dijo Haniyeh.