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EFE-BAGDAD
El ex presidente iraquí Sadam Husein pidió ayer ser ejecutado a tiros y no ahorcado si es condenado a muerte por el Tribunal Penal Supremo que le juzga junto a siete de sus antiguos colaboradores por crímenes contra la humanidad.

El ex presidente iraquí se declaró en huelga de hambre el pasado día 7 de julio, dos semanas después de que Jamis el Obaidi, el número dos del comité de defensa, fuera secuestrado y asesinado en Bagdad.

Sadam hizo esta petición al presidente de la corte, el juez kurdo Rauf Abdelrahman, durante la sesión de ayer del juicio, la primera a la que asiste desde que inició una huelga de hambre tras el asesinato de uno de sus abogados.

«Te pido como un (juez) iraquí que, en caso de dictar una sentencia de muerte contra Sadam Husein, que te des cuenta de que Sadam es un hombre militar y que la ejecución debe llevarse a cabo con disparos y no en la ahorca como cualquier criminal», dijo el ex dictador dirigiéndose al juez. Sadam, de 69 años, que compareció en el tribunal con traje, camisa, aseguró al entrar hoy en la sala de la corte que le habían obligado a asistir a la nueva sesión del juicio, algo que, afirmó, no permite su estado de salud.

En la anterior sesión, celebrada el pasado lunes, Sadam no compareció ante el tribunal debido a que había sido ingresado en un hospital por el deterioro progresivo de su estado de salud.