Un soldado hebreo, ante los cadáveres de sus camaradas muertos por un cohete de Hezbolá en Kfar Giladi.

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AGENCIAS-JERUSALÉN
La guerrilla chií libanesa de Hezbolá lanzó ayer su mayor ataque con cohetes 'katyusha', de corto alcance, y 'raad-2', de alcance medio, sobre el norte de Israel, en el área de Kiryat Shmona y la ciudad portuaria de Haifa, matando a 15 personas y causando heridas a más de treinta.

Por la tarde, cohetes de Hezbolá mataron al menos a tres personas e hirieron a más de treinta en ataques contra varios barrios de la tercera ciudad más grande de Israel, Haifa. Los bombardeos más importantes cayeron sobre una zona residencial de la localidad, donde un edificio se derrumbó, dejando atrapadas a decenas de personas. Las autoridades destacaron que la cifra de víctimas puede aumentar bastante a medida que avancen las tareas de desescombro.

«Fue un ataque directo», declaró el jefe del comando de Policía del norte del país, Dan Ronen, a la radio militar sobre el primero de los ataques. Según el Canal Dos de la televisión hebrea, nueve de las víctimas eran soldados reservistas que permanecieron reunidos en una explanada sin hacer caso de las sirenas que avisaron de un ataque con proyectiles desde el Líbano contra la zona.

El gran número de víctimas, y el temor a nuevos ataques, ha llevado a las autoridades a decretar el estado de emergencia en todos los hospitales. El ataque de anoche ha sorprendido a la población de Haifa, que llevaba varios días de tranquilidad y había salido a la calle. El alcalde de la ciudad, Yona Yahav, pidió esta noche a la población que permanezca en los refugios y no salga a las calles, pues el efecto de la metralla -cientos de pequeñas bolas de acero- que Hizbulá coloca en las cabezas de combate de sus cohetes 'resulta devastador'.

Ayer murieron siete soldados del Ejército libanés en dos ataques aéreos israelíes, uno junto a la frontera y otro al sur de la ciudad de Tiro. En torno a esta ciudad prosiguió hoy el Ejército israelí continuó su ofensiva. Allí afirmó haber destruido tres lanza cohetes, un búnker, almacenes de municiones y vehículos usados por Hezbolá. En la localidad de Ansar, los bombardeos mataron a cinco personas.

Al margen de los ataques aéreos, al sur de la ciudad reservistas de la Fuerza de Defensa Israelí (IDF) se enfrentaron con milicianos de Hezbolá cerca de Ras a-Beida.